lunes, 13 de mayo de 2019






He sido testigo mudo
de mi corazón ajado,
escuchando sus latidos sordos,
esquivando sus ácidos susurros.

He sido testigo mudo,
hasta extenuar mis fuerzas,
y por más que he intentado calmarlo,
dolió, ardió, se encogió y se aletargó.

He sido testigo mudo,
pero ahora le alzo la voz,
si no sale de su letargo,
moriremos de agonía los dos.

He sido testigo mudo...
...es hora de que grite él ahora,
¡te escucho! ¡sácame tú ahora de mi dolor!







No hay comentarios:

Publicar un comentario