A TI...
Mi primer grito se ahogó
ante incrédulas miradas,
y aprendí a escupir el dolor
a través de plasmar palabras.
Y en el curso de mi vida,
grito en silencio a los cuatro vientos,
palabras alegres, tristes, sinceras,
...tal vez como tú las leas.
Aprendí a vivir en la oscuridad
deshaciendo temores y penas,
hilvanando quizás sin quererlo
historias a mí ajenas.
A ti que me lees a diario,
que ves con mis ojos tus escenas,
sólo deseo que mis acallados llantos
iluminen tu esencia.