Al escribir se derrama

parte de la esencia

que se encierra en tu alma

por miedo a dejar verla.

Al escribir te desgranas

como fruta madura

y con palabras sacudes

tus grandes dudas.

Mas al escribir sólo recibes

suave tormento,

sacas lo que tienes dentro,

pero... sigue doliendo.

Noche entrada y luna nueva, sin estrellas y con niebla, noche negra y cerrada como el alma de una triste despechada. 

Y en sus ojos lágrimas vivas con el acre amargor del recuerdo, lluvia de emociones resbalan por sus mejillas mientras de su garganta tristes y opacos sonidos gorgotean entre entrecortados suspiros.

Desperdiciado tiempo llorando al olvido, a la incomprensión y al amor que creyó cierto. Malogrado sentimiento que le caló el corazón dejándoselo muerto.

Horas de lluvia tras el cristal, de soles que no llegó a disfrutar, de horas perdidas sin batallar robadas por el amor de un charlatán.

Busca refugio en el blanco y negro dejando los colores atrás… mujer sin palabras, con rostro del más allá.

Abre los ojos princesa que tu vida está por empezar, deja atrás los sinsabores de quien no te supo amar. Entrégate de nuevo a la luz del sol que está por llegar, y vive de nuevo por ti y para ti, lo demás ya llegará.

Almas condenadas a amarse en silencio y en distancia por la eternidad, y cuerpos que yacen juntos sin ápice de sentimiento.

Deberíamos ser más sinceros, o simplemente ¿más valientes?

No residía en ningún lugar concreto,

sino en la mente de muchas almas errantes,

sabía de sentimientos secretos,

mas renunciaba a corresponderles,

no había calor en el corazón,

era frío como témpano de hielo,

no deseaba sentir su abrigo,

...simplemente, por miedo.

Sumergida en la parsimonia de una tarde en algún banco de cualquier parque a la espera de tu llegada, ese momento que día a día y durante el último año he vivido una y otra vez siempre con el mismo resultado…nada.

Y cada una de todas esas tardes pasadas sumando a mi espalda el peso de un abandono no asimilado y con el ansia de un rencuentro que de sobras sé que jamás ocurrirá.

Pero por mucho que me reitere en la condición de no volver de nuevo a ese momento, caigo sin darme cuenta sumergida en la parsimonia de otra tarde…

Besos fuera de alcoba,

duendes que a hurtadillas nos alegran las horas y sonrojan las mejillas. Dime si recuerdas el momento, víctimas de sonrisas y viviendo como en un cuento, generando envidias. Somos almas que luchan contra viento y marea, manteniendonos unidos siempre, aunque a veces se zarandea. Somos timones del viento, tú me guías, yo te llevo, al unísono siempre al frente, yo sin ti nada... ... tú conmigo siempre. Dime si al mirarme ves el latir en mis entrañas, si no te lo se decir, dime tú lo que callas. Besos fuera de alcoba...

Desafortunado el corazón en el que prevalece el dolor como sentimiento dominante, a la par que agraciado por soportar dicha tortura.

Fuerte e inmenso en su diminuta estructura, capaz de albergar emociones tan dispares como alegría y tristeza.

El corazón es herramienta imprescindible, ya que sin él, nuestra mente andaría perdida en la encrucijada de sus nobles sentimientos.

Bienaventurados somos por poseerlo, aunque día tras día nos empeñemos en torturarlo.

Y aun sabiendo que en su batalla trivial por subsanarse pierda parte de su energía, nos sorprende día a día con su fuerza inacabable.

Sobran las palabras, 

ecos de silencio susurran,

encendiendo anhelos dormidos.

Laten discretos,

la noche los acuna,

ellos solos se mecen,

y de dos almas..

hacen una.

Miraba al cielo,

buscaba respuesta,

tú siempre decías

que no sería cierta.

Miraba al cielo,

y tú a mi lado, sereno,

aguardando el momento,

que mis ojos posaran

en los tuyos inquietos.

Miraba al cielo,

cuan errada andaba,

el brillo de la vida

estaba en tu mirada.

Miraba al cielo...

y casi pierdo la causa,

teniéndola a mi vera

sin ver que ahí estaba.

Ahora miro el horizonte,

de tu mano enlazada,

tu serenidad mi quietud,

tu amor, mi savia.

Tímido sigilo de pisadas sin huella,

mellan en un corazón que no opone resistencia,

quiero creer que se trata de diabólicos ángeles,

mas en mi interior sé de cierto...

 que divinos demonios son.

Resbala por mis mejillas la rabia contenida en forma de lágrimas, sin articular sonido, doliendo en las entrañas.

Surgen palabras en la mente que no se exteriorizan y que arañan mi alma mientras se retuercen.

Arden mis adentros, porque no soy capaz de recrearlas.

Duele la vida, duele el momento, duele el no saber sacar las cosas de adentro.

Lamentos sordos que se disipan en lánguidos suspiros transportados al infinito perdiéndose en un limbo lejano, dejando una estela invisible donde se difumina una realidad tortuosa.

Alma sedienta de abrazos que se encoje a cada paso desdibujando una sonrisa forzada pausadamente hasta destensar una mirada que queda fija en un horizonte virtual, más allá de lo tangible.

Azaroso caminar que no llega a ningún destino …

…Paz simbólica, calma, silencio.

(Otro día más)

Siento un extraño calor que se acerca y se apodera de mí pausadamente, cálido abrazo que me aprisiona.

Noto mis mejillas encenderse como si una emoción aflorara desde mi corazón, y mis ojos se aclucan en un agradable bienestar.

Mis oídos creen escuchar un susurro, una tenue voz que dice cuanto me quieres, y mi piel se eriza súbitamente, mientras mi corazón se acelera preso de tan divina ilusión.

Quiero quedarme estática en el tiempo, y permanecer así toda la vida, quiero sentir que esta sensación es lo único que me mantiene cuerda, pero me engaño, una y otra vez, me engaño.

Tal vez mi cordura sea el borde que me precipita a la locura.

Se desata la tormenta

al acercar tu rostro al mío,

se confunden mil sensaciones

en mi pecho hastío.

Mi cuerpo me pide te abrace,

mi corazón que mantenga la distancia,

y tú ajeno a todo ello,

me pellizcas la mejilla

mientras sonríes y te apartas.

Otro día más,

acallando mis gritos sordos,

ahogándolos en mi pecho

...esperándote en silencio.

Otro día más,

sin poder expresar mis sentimientos,

otro día menos,

... que pierdo al no hacerlo.

Tengo la sensación de estar acaramelada….¿que digo? Embelesada…no, tampoco es eso, no sé bien cual es la palabra exacta, aquella que describa la magnitud de las sensaciones que me provoca el pensar en ti, con tu dorso desnudo y tu piel húmeda, con tu sonrisa pícara y tus brazos abiertos tendidos en espera a mi respuesta….

Pero ahora que estás ya aquí, siento como si me lanzara en una montaña rusa, con la diferencia que el grito que surgirá de mis entrañas será como un gorgorito dulce al final del trayecto…

Porque haces que surja de mi la niña que llevo dentro, que aún pareciendo tener gran inocencia, no puedes imaginar lo que mi cuerpo puede entregarte si tú decides al fin abrazarme…

Ven, abrázame y sumérgete conmigo en el próximo viaje…

Estruendoso silencio compañero de mis noches, dejando que mis pensamientos divaguen de forma vertiginosa entre la serenidad y la locura, sin más aliciente que saciar las eternas horas de oscuridad que engullen al sueño. Romperte sería extraño, demasiado tiempo yaciendo a mi vera, ignorarte es imposible ya que me envuelves de modo huraño… dime pues ¿corazón o sentido? Las dos cosas visto está que en esta vida no tienen cabida.

Hoy amanecí con la necesidad de dejar sellados mis ojos,

estremecedoras imágenes deseaba guardar tras mi retina,

allí donde durante la noche se habían dibujado,

allí donde quisiera posaran para siempre.

Hoy amanecí deseando que al abrirlos 

todo lo que había tenido en mis sueños

siguiera intacto.

Hoy la realidad se me antojó pérfida,

tan sólo un instante...

no era pedir tanto.

Me desnudo constantemente,

pero sólo dejo entrever 

la rudeza de mis sentimientos,

disfrazados consecuentemente.

Me desnudo con pudor,

por miedo a ser descubierta

ya que mi fachada es sutil,

pero soy una fortaleza.

Me desnudo...

¿Puedes ver mi realidad?

En ti está la oportunidad

de entreverlo que oculto.

...me desnudo.

Me dijeron siempre que es fácil olvidar,

que el tiempo lo va sanando todo,

que no hay que mirar atrás

y encarar la vida aún y solo.

...Olvidaron que en mi pecho

anida un corazón...

que por mucho que lo ignore,

le quita sentido a su razón.

Y en el transcurrir del tiempo

las murallas se hacen más fuertes,

mas el padecer que sientes,

se encierra dentro.

...tiempo...

...silencio...

Asoman titilantes,

precipitándose contra el cristal,

música afligida

armoniosa en la vida.

Se deslizan con maestría,

labrando surcos imperfectos,

que hacen meditar sin remedio

buscando algarabía.

Asoman titubeantes,

cogiendo ritmo en el tiempo,

desbocan los tristes latidos,

...provocan pensamientos.

Y cuando sin buscar encuentras, con torpes manos secas tu rostro, amainas la tormenta de tu corazón exaltado, sonries a la vida... Y tal como viene se va, quedando como fruto de tu imaginación, dejándote un sabor salado en tu garganta, flaqueando de nuevo... Y vuelves a respirar profundo, ...continuando con lo que los demás llaman vida.

Nubes negras,

cielos grises,

cristales empañados,

lluvia en el exterior.

Vida que transcurre,

entre tristeza y melancolía,

horas lánguidas de luz,

y en la oscuridad bravías.

Vida sin vida,

rostro disipado,

ojos apagados,

corazón hastiado.

Voz ahogada

en gutural llanto,

tímida sonrisa

luciendo de soslayo.

La noche acecha mi lecho,

se cierra audaz sobre mí,

mañana le diré adiós de nuevo,

a no ser que ella... me lo dé a mí.

El mundo es algo extraño,

personas, personas, personas.

Carácteres, diferencias, 

sigilos, acercamientos.

Nunca sabes si estás en él,

para buena sintonía,

pues el alma dicta una cosa

y la cabeza es mente fría.

El mundo es algo extraño,

... y yo me hallo dentro.

Y en mi mundo me desenmascaro,

aún resguardándome tras unas letras,

que no me traen respuestas,

tan sólo ... suspiros sin meta.